Historia

HISTORIA DEL COLEGIO

La historia del Colegio Del Sagrado Corazón bien puede ser un espejo de la historia educacional chilena, porque en estos 155 años refleja fielmente cómo ha ido cambiando el país, con todas sus vicisitudes.

Esta historia se empieza a escribir en Francia 1779, año en que nace Magdalena Sofía Barat, quien fundaría en 1800 la Sociedad del Sagrado Corazón. Ésta se expandió rápidamente en Francia y luego por el mundo. La expansión siempre fue querida y promovida por la fundadora y contó con la generosidad de las religiosas para afrontar toda clase de dificultades en los diferentes países.

Cuando el 25 de mayo de 1865, día de la Ascensión, muere Magdalena Sofía Barat en París, la Sociedad del Sagrado Corazón cuenta con 3.539 miembros, repartidos en 89 casas, de las cuales hay 64 en Europa, 20 en los Estados Unidos y Canadá, dos en Cuba y tres en Chile. En los últimos años de su vida, la fundadora había trabajado para lograr que sus hijas prosiguiesen la adaptación de la Sociedad a las necesidades de la época, a fin de “asegurar la existencia de la Congregación para el porvenir que Jesús le ha preparado.”

El colegio de Concepción tiene un signo muy importante; fue la última fundación autorizada y firmada por la Santa Madre y abrió sus puertas el mismo día que ella fallecía. La distancia y las dificultades en las comunicaciones, trajeron la triste noticia dos meses más tarde.

Fue durante el gobierno de Manuel Montt que se concedió la autorización para que en 1853 la Congregación se estableciera en Chile, previa gestión del arzobispo Monseñor Valdivieso.

Enviada por Magdalena Sofía a visitar las casas de América del Norte, el 23 de julio de 1853, estando en Buffalo, la Madre Anne du Rousier recibió una carta de la Fundadora avisándole que se le ofrecía una ocasión favorable para ir a Chile, pues el sacerdote Don Joaquín Larraín, rector del Seminario, se ofrecía a acompañarla y la esperaba en Nueva York.

Tuvo dos compañeras de expedición: Mary McNally (inglesa) -quien dejó una constancia gráfica de algunas de las muchas vicisitudes que pasaron en el viaje-, y Antonia Pissorno, italiana. Las tres viajeras partieron de Nueva York en el “Georgia” el viernes 5 de agosto de 1853. El viaje estuvo lleno de peripecias, especialmente en el istmo de Panamá, donde la vida de la Madre du Rousier estuvo en peligro, pues la mula que la transportaba tropezó y la lanzó a un abismo de casi 30 metros, en uno de los tantos accidentes que marcarían los viajes a través de nuestra tierra.

Desembarcaron del “Santiago”en Valparaíso el 14 de septiembre. En la capital se alojaron en casa de la madre del señor Larraín hasta el 31 de octubre, día en que fueron a hospedarse con las religiosas clarisas de la Victoria.

El 2 febrero de 1854 pudieron trasladarse a la casa que les ofreció el Ministro de Instrucción, señor Ochagavía, para una Escuela Normal, en la plazuela de San Isidro, frente a la parroquia. Ese mismo día Don Joaquín Larraín y Gandarillas celebró la primera Misa, quedando así oficialmente establecida la Sociedad del Sagrado Corazón en Chile.

El 1 de mayo, a pedido del Gobierno, una Escuela Normal abría sus puertas por primera vez a 40 alumnas y en 30 años pasaron por ella entre 400 a 500 normalistas, una sólida contribución a la sociedad chilena. Dos muchachas indígenas se titularon en ese establecimiento y fueron destinadas por el gobierno a enseñar en una escuela primaria de la Araucanía.

A comienzos de 1885, por orden del presidente Santa María, esta Escuela Normal fue entregada a un grupo de profesoras alemanas contratadas por el gobierno. Antes, en 1874, el gobierno de esa época había encargado a la Congregación la dirección de la Escuela Normal de Chillán, cerrada en 1907 por problemas económicos.

A Concepción

A pedido de Monseñor Hipólito Salas se fundó la Casa de Concepción, en 1865. Cinco religiosas vinieron a esta zona: la madre Mary McNally, inglesa, como superiora, e integraban la comunidad las madres Raimunda Prats, española, María del Carmen Valdivieso y Javiera Guajardo, chilenas.

Las religiosas fueron recibidas en Talcahuano por Monseñor Hipólito Salas, el clero y una buena parte de la población de la ciudad.

Las clases se inauguraron en el local preparado en la calle O´Higgins esquina Lincoyán, iniciando su educación 37 alumnas de las familias más influyentes.

Al cabo de algún tiempo, el número de alumnas aumentó al punto que el local fue insuficiente y se debió adquirir el terreno para construir el colegio donde se encuentra establecido hoy.

En el nuevo lugar, con más espacio, empezaron a prosperar las obras, y dos años más tarde la escuela gratuita “Santa Magdalena Sofía” abría sus puertas. Esta era una de las características de las obras de la Santa Madre; fundar dos obras al mismo tiempo, una obra totalmente gratuita, para niñas de escasos recursos y un colegio con internado, para las que tenían posibilidades económicas.

A fines de 1969 surgió un problema al existir un colegio pagado y uno gratuito a cargo de la misma congregación, por lo que para resolverlo se dispuso traspasar a las alumnas de la escuela en forma gradual, mediante el pago de una colegiatura de acuerdo a los ingresos del grupo familiar, y no aceptar alumnas nuevas.

El Concilio Vaticano II influyó en el carácter que se le daría al colegio porque proponía la apertura a los sectores de bajos recursos. Muchos padres creyeron ver en esto influencias políticas, lo que provocó la inestabilidad del establecimiento. En 1976 se realizó la fusión con la escuela, transformándose en un solo colegio subvencionado.

En el año 1998, la Congregación optó por dejar la Dirección Académica del Colegio a cargo de una laica. Este cargo lo desempeñó la ex alumna Carmen Espinoza Rivas hasta el año 2003. Luego, en el año 2004, la Congregación elige a la Orientadora de Enseñanza Media Sra. María Cristina Garretón. Desde el 2011 y hasta el 2015 asumió esta responsabilidad la Sra. Luznelda González Silva.  Actualmente, nuestra Directora es la Sra. Ximena Contreras Toledo.